lunes, 23 de enero de 2012

Se busca líder

Suenan Carme Chacón y Rubalcaba de nuevo, sin embargo el futuro del PSOE es casi más incierto que el futuro económico de España. Ahora más que nunca vemos cómo la imagen de cohesión que quería dar el PSOE en campaña no era más que un espejismo. La socialdemocracia española está en crisis y esa es, probablemente, la razón de fondo de la victoria de los populares el 20-N. La crisis influyó, obviamente, pero la desestructuración que vive el PSOE hoy por hoy es la que ha cavado su tumba política. Si su mejor opción era escudarse en Rubalcaba, tras las elecciones está claro que el PSOE se ha quedado sin ideas.

De aquí a febrero tiene que salir un secretario general que agarre el timón de esta nave que se va a pique y la tarea se antoja harto complicada. Caben dos opciones: o bien una catarsis que renueve los mandos por completo; o bien una “bunkerización” de los mismos. Ante esta dualidad que se plantea en el seno del Partido sólo existe incertidumbre. Incertidumbre porque la debacle socialista ha afectado incluso a jóvenes alternativas como podría ser Carme Chacón. Independientemente de quien sea el próximo candidato socialista, éste se adherirá a ese “cambio” que tanto ha pregonado el PP en campaña. A un cambio de proyecto, eso sí. Si ya quedo patente que la estrategia del PSOE con Rubalcaba consistió en desligarse de la legislatura de Zapatero, ahora más que nunca. Con el país en ascuas a la espera de las medidas que tomará Rajoy, sus decisiones previsiblemente impopulares le darán pie al Partido Socialista para comenzar su oposición. Una oposición marcadamente de  izquierdas y si no, tiempo al tiempo.





Buena parte del apoyo popular que tenga el PSOE en el futuro, cualquiera que sea el candidato, dependerá de la gestión que realice el PP en esta legislatura. La pelota está en su tejado, está claro. No hay visos de un final cercano para la crisis y la clase media va a tener que apretarse el cinturón. Si a esto le sumamos una o dos huelgas generales y la capacidad que siempre ha tenido el Partido Socialista de hacer una buena oposición, la situación todavía es salvable de aquí a cuatro años. En la política, igual que en el fútbol, no hay memoria. Ésta es seguramente la mejor baza que podrá jugar el PSOE en el futuro, puesto que todo lo que va a criticar en el plano económico serán medidas que, o bien ya tomó durante su legislatura, o bien habría tomado en la siguiente para salir de la crisis. Algunos podrán definir esto como hipocresía, yo lo llamo política.