jueves, 23 de agosto de 2012

El bloqueo energético de Durand


En Villarrica, el nombre de Michel Durand no se asocia solo a la polémica relación de su empresa con la Junta Nacional de Bomberos. Allá se le conoce también por la extensa disputa que sostiene con sus vecinos del Proyecto de Parcelación de Pichilafquén. A tan solo siete kilómetros de la ciudad de Villarrica viven unas veinte familias que no tienen electricidad, a pesar de que el tendido eléctrico está instalado a unos 1.500 metros de sus casas. Entre sus parcelas y el tendido hay un solo obstáculo: el fundo El Copihual, propiedad de Michel Durand.
Desde que Durand se instaló en la zona, alrededor de 1989, se ha negado reiteradamente a dejar pasar la electricidad por su terreno, escudándose en la servidumbre de paso. Y van ya 23 años. Justo antes de que Durand adquiriese esta parcela, se empezó a elaborar un proyecto para dotar de electricidad a toda la comunidad. Con su llegada, el proyecto se paralizó, a pesar de los innumerables trámites que la Junta de Vecinos había llevado a cabo con la municipalidad y el Gobierno Regional.
Durand no quiso hablar con CIPER sobre esta disputa. Pero sus vecinos contaron que el litigio se centra en un camino; el que empieza en la carretera y desemboca en las parcelas, cruzando las tierras de Durand. Por este camino tendría que pasar el tendido eléctrico. Durand dice que es vecinal, estando a su entera disposición como propietario del mayor porcentaje de terreno. Los vecinos sostienen que es público, basándose en la Ley de Caminos, que concede esta condición a las vías originadas por la antigua Corporación de Reforma Agraria (CORA).
Algunos vecinos no aguantaron la presión y tuvieron que vender, al mismo Durand. “Acuérdense de que no va a llegar nunca la luz. Pónganse de acuerdo todos, háganme un paquete y ahí yo les compro”, recuerda Irma Salamanca que les dijo cuando ella era presidenta de la Junta de Vecinos. Ricardo Correa, hijo de uno de los vecinos más antiguos del lugar, asegura que “nos decía que si no vendíamos, íbamos a quedar encerrados y sin luz”.
Otros resistieron y alcanzaron un acuerdo con Durand en 2008. En dicho pacto, Durand expresamente “autoriza el paso de postes y cables de tendido eléctrico (…) para dotar de energía eléctrica los predios”. Asimismo, “se compromete a arreglar el camino interior del Proyecto de Parcelación”. Todo ello, firmado ante el notario Daniel Mondaca Pedreros, bajo una condición: los vecinos debían firmar una cláusula admitiendo que “no es camino público, sino que es camino vecinal de uso común”, por lo que seguiría estando en manos de Durand hacer las obras pertinentes. No las ha hecho,contraviniendo incluso un dictamen del Ministerio de Obras Públicas que da la razón a los vecinos.

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